La moda, esa figura ambigua, inquietante e incomprensible para unos, es el pan de cada día de otros, de quienes la entienden y cada día crean, con el paso de los años, imaginarios que amplían sus fronteras y concepciones. Muchísimos aspectos sociales, políticos e históricos se debaten y manifiestan a través de ella. Podríamos decir que también es una de las hijas menores del capitalismo, consumismo y colonialismo, el yugo de un amplio sector de la población mundial; tanto para quienes son explotados por su sistema de producción y, por ende, de consumo, para quienes han desarrollado relaciones adictivas entorno a ella o para quienes ha sido la causa de trastornos alimenticios y mentales.
¿Vaya cosa nos traemos todxs entre manos no? Aunque quizás no lo creas, toda persona de este planeta tiene relación con la moda, no es necesario saber o trabajar en este mundo para formar parte de él, el simple hecho que todos compartimos y nos incluye dentro de su círculo es la ropa que llevamos (como un constructo social que nos tapa y diferencia) y los tejidos o materiales colocados de formas distintas alrededor de nuestro cuerpo y que también visten (y vistieron) a una parte de los habitantes de este mundo.
La historia de la moda se remonta más de 100.000 años atrás, el Homo Sapiens usaba pieles de animales para protegerse del clima entre otros factores; aunque aquí hablamos más de vestimenta que de moda, su utilidad estaba directamente relacionada con la supervivencia, ahora el uso que le damos es muy diferente y diverso: nos hace formar parte de un grupo, dice cosas de nosotrxs al otro, a través de ella nos escondemos y también podemos encontrar un refugio donde interactuar tranquila y sinceramente con nuestro ser. Pero por mucho que haya cambiado el uso de la vestimenta, podemos entrever que es una herencia de nuestros muy muy antepasados y que es algo que se nos ha ido legando con el paso de los milenios. Pero ¿cuándo surge el concepto “moda”? Más allá de esta forma de entender la moda como una tendencia, ¿bajo que contexto surgió la palabra y su uso? Nació para, no diferenciar el pueblo de la clase alta, sino para diferenciar la nobleza de la burguesía. Aquí es cuando la vestimenta pasa a convertirse en moda: un conjunto de usos, tendencias y costumbres para diferenciarse entre si. Y ese es uno de los únicos aspectos que se ha mantenido.
Pero la moda nunca deja de evolucionar, tantos sus elementos formales (cada vez más extensos), como los usos y finalidades que se le dan. Esa transformación es inevitable (y necesaria) con el paso de las épocas y de las sociedades, formas de pensar, ideologías y religión. Es una forma de dejar constancia del ADN de nuestras sociedades, no solo en los archivos, imágenes u obra gráfica en general, ¡sino también en nuestro planeta con la brutal contaminación que genera el sistema de consumo que hemos ido alimentando (pero no solamente con el de la moda)!
El discurso o debate entorno a ella es muy extenso y creo que es bueno que nos lo planteemos desde nosotrxs mismxs, sobre todo para tomar consciencia de nuestro uso de ella, de nuestra forma de consumo que acaba con tanta vida. ¿De qué forma usas la moda?, ¿crees que haces un uso responsable de ella? ¿Qué significa para tí?
A causa de sus compartidos clichés y prejuicios, creo que el diálogo entorno a ella es totalmente ignorado: hablar de moda es superficial y banal. Quizás piensas que la moda ni te va ni te viene, pero sí lo hace cuando tu uso de ella contamina y drena la vida de este planeta y en consecuencia, la calidad de la tuya, de los que no tienen tus privilegios y de los que aún quedan por venir. La moda es algo de todos, concienciarnos sobre ella, conocerla mejor y apoyar circuitos sostenibles es uno de los diálogos que merece ser hablado y no tiene ni un pelo de superficial. ¡Precisamente, dejemos de ser tan superficiales como para entender y tratar la moda como algo meramente superficial!
Imagen por Paula Rodríguez, tomada en Lisboa